Project Description

Esta obra es un homenaje a Alhama de Granada, un retrato que personifica su memoria y su alma. La figura central, envuelta en un aura de misterio y tradición, es la guardiana de su cultura. En su rostro, la máscara jameña se convierte en el eco del Domingo de Piñata. No es solo un disfraz, sino el símbolo de una fiesta donde la risa y la crítica son el lenguaje de un pueblo.

Su cuerpo es la tierra misma. Con sus ropajes, la naturaleza de Alhama se hace visible: la delicada flor de cerezo y el robusto Quejigo de Júrtiga. En sus manos, la historia se ofrece a través de los sentidos: la calidez de la olla jameña y el suave dulce de almendra, un sabor que une generaciones.

En su cabello, un botijo de barro se alza como una corona de mitos, manando no solo agua, sino la leyenda misma. Dentro de su vasija, dos siluetas se abrazan, eternas en el recuerdo de «Los Enamorados del Baño de la Reina». Es la pasión de Zaida y Alonso, un amor prohibido que encontró su único refugio en las aguas milagrosas de las termas, sellando un destino que las aguas de Alhama aún susurran al viento.

Todo el conjunto se unifica bajo un halo naranja, que evoca los atardeceres sobre las vistas más hermosas de la localidad. La paleta de colores de la obra es un tributo a la identidad del municipio, ya que cada uno de los tonos ha sido extraído directamente de su bandera y escudo. Este halo final no solo enmarca la obra, sino que la envuelve, creando un retrato eterno y lleno de pasión de la verdadera esencia jameña.